mercoledì 30 marzo 2016

[cyr] Presentación de "Soldados", de Gustavo Caso Rosendi, en Rosario


El día 1 de abril (en vísperas de un nuevo aniversario), El Colectivo Editorial Último Recurso presentará en Las 3 Ecologías, Paraguay y El Río, el libro “Soldados”, de Gustavo Caso Rosendi, poeta platense que combatió en Malvinas y dejó plasmada su experiencia en este ya mítico libro que abre la colección Diente de León.
“Soldados” no es un diario de guerra si bien en él se habla de una. O más bien, se habla de los que formaron parte de una, los Santos, los Juárez, los Martínez, se habla de aquellos que blandieron la inocencia en lugares donde parece imposible hallarla,, es un libro lleno de voces que uno no sabe si debe escucharlas, sobre todo cuando susurran su nombre en oídos que han quedado sordo.
El autor será presentado por Norman Petrich, de parte de la editorial y por el poeta Héctor Berenguer. Luego contará su experiencia y leerá alguno de los poemas, para luego firmar ejemplares para quienes lo deseen.
Aquellos periodistas que quieran entrevistarlo, comunicarse a este mail que les pasamos los teléfonos de Gustavo. Gracias por la difusión
 
Algunos poemas del libro Soldados:
 
 
Cuando cayó el soldado Vojkovic
dejó de vivir el papá de Vojkovic
y la mamá de Vojkovic y la hermana
También la novia que tejía
y destejía desolaciones de lana
y los hijos que nunca
llegaron a tener
Los tíos los abuelos los primos
los primos segundos
y el cuñado y los sobrinos
a los que Vojkovic regalaba chocolates
y algunos vecinos y unos pocos
amigos de Vojkovic y Colita el perro
y un compañero de la primaria
que Vojkovic tenía medio olvidado
y hasta el almacenero
a quien Vojkovic
le compraba la yerba
cuando estaba de guardia
 
Cuando cayó el soldado Vojkovic
cayeron todas las hojas de la cuadra
todos los gorriones todas las persianas
 
            ***
Se persignan los tatadioses
mientras comulgan un pedazo de luna
Rezan rezan casi sin fe
mientras se alza otra bengala
                        ***
 
Ese día el soldado Aguilera traía el sol
Como un ciprés harapiento
bajo la rama verde de su brazo
el soldado Aguilera traía el sol
No venía con la mirada caída de otros días no
Se recortaba triunfante en la colina
apretando al sol-rehén bajo su axila
contagiado por la luz
Se acercaba como el amanecer
agigantándose a cada paso
Ya entre nosotros lo sujetó contra el suelo
clavó su bayoneta en el ojo dorado
y rápidamente nos llenamos manos
y bocas con esa carne de cíclope
que sabía a dulce de batata
 
 
            ***
 
Última carta
 
Sobre la plancheta de reglaje
del mortero escribe
“Aquí no hay álamos”
 
Ha visto a la muerte
comiéndole el brazo
al soldado Santos
Ha visto la cara desnuda
de aquel que fue Juárez
alguna vez
y ahora escribe
“querido Pablo”
 
Su garganta exhala
fantasmas de niebla
alaridos de la vela
que lo alumbra
(ángel de cera
ala tuerta que crece
que pinta sombras
en la piedra)
 
y el soldado Raninqueo
escribe
inocencias de otros fuegos
ternuras ya perdidas
habla de tía-abuela
de una cajita de música
“no entregar Carhué al huinca”
escribe
 
Afuera el vivac es una toldería arrasada
 
 
            ***
 
 
Se cava un pozo para seguir con vida
Se cava otro pozo
para el que no le sirvió de nada cavar

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