martedì 25 agosto 2015

No. 389 - El Cartel de Los Premios

¡100.000 lectores semanales!



DIRECTOR: Gonzalo Márquez Cristo. EDITORES: Amparo Osorio, Iván Beltrán Castillo. COMITÉ EDITORIAL: Fabio Jurado Valencia, Carlos Fajardo. CONFABULADORES: José Chalarca, Maldoror, Sergio Trujillo Béjar, Fabio Martínez, Fernando Maldonado, Gabriel Arturo Castro, Guillermo Bustamante Zamudio. EN EL EXTERIOR: Alfredo Fressia (Brasil); Antonio Correa, Iván Oñate (Ecuador); Rodolfo Häsler (España); Marco Antonio Campos, José Ángel Leyva (México); Luis Alejandro Contreras, Benito Mieses, Adalber Salas (Venezuela); Renato Sandoval (Perú); Efer Arocha, Jorge Torres, Jorge Najar (Francia); Marta L. Canfield, Gabriel Impaglione (Italia); Luis Bravo (Uruguay); Armando Rodríguez Ballesteros, Osvaldo Sauma (Costa Rica).
Si desea cancelar esta suscripción gratuita por favor responda este mensaje a Con–Fabulación
con el asunto “Retiro”



El Cartel de los Premios


El eterno perdedor en Estocolmo

Durante la última década se ha denunciado reiteradamente el secreto y perverso papel de los agentes literarios en la adjudicación de los premios más importantes del planeta, así como el rol de las instituciones que crea estructuras excluyentes para perpetuar un arte domeñado, que privilegia lo que el mercado y las tendencias reinantes desean imponer, al comando de una estirpe emergente de gestores culturales y curadores –verdaderos técnicos al servicio del poder oficial.
Motivados por el otorgamiento del Premio Nacional de Poesía 2015 –Ministerio de Cultura–, nuestros lectores nos hicieron llegar numerosos cuestionamientos con el propósito de que esa entidad aquí impugnada haga modificaciones para que las convocatorias futuras no sean tan arbitrarias.
Con-Fabulación informa además que aunque recibimos 16 cartas contra el mencionado galardón, sólo decidió publicar dos que recogen la opinión global de los corresponsales, eliminando los demás mensajes por su notoria agresividad.

*
 Señores de Con-Fabulación: Tengo unas preguntas sobre el reconocimiento otorgado por el Ministerio de Cultura a Nelson Romero Guzmán, que nada tienen que ver con los méritos de su obra.
1) ¿Por qué no se nombra un Jurado Internacional si es el concurso más importante del país y lo más grave: si el certamen no era con seudónimo? Y así se habrían ahorrado los numerosos mensajes de crítica que han circulado en las Redes Sociales y en la radio nacional, y habrían realizado un evento menos injusto.
2) ¿Por qué una semana antes de otorgar el fallo se supo quién era el premiado? Igual que ocurriera cuando el señor Romero obtuvo el Premio Ciudad de Bogotá en 2007, cuando se armó un escándalo mediático por la misma razón? ¿No es posible hablar aquí de un Cartel de los Premios, más cuando Romero es reconocido amigo de Horacio Benavides y ha dedicado además un poema titulado “Centinela”, al flamante jurado que hizo parte de la terna de este año? Argumentos que nos mueven a pensar que el próximo Premio Nacional lo ganará un amigo de Romero, pues según las bases él será jurado de la próxima convocatoria, reproduciendo este mismo esquema como en una carrera de relevos.
3) ¿Por qué, según informa el Ministerio, un Comité Técnico eligió a los finalistas y no lo hicieron los jurados (Cobo Borda, Horacio Benavides y Álvaro Rodríguez)? Además, si hay un Jurado elegido ¿por qué nombran un Comité Técnico si sólo eran 30 libros? ¿No sobra uno de los dos? pues a esa burocracia cultural le pagamos según indagué treinta millones todos los contribuyentes colombianos.
4) ¿Qué tiene que ver un Comité Técnico con la selección de los trabajos? ¿No debería ser un Comité Estético o Literario? ¿Alguien me podría contestar? Luis Carlos Villa, Tolima

      Respuesta de Con-Fabulación: “Son los tiempos, señor”, como dice Juan Rulfo en Pedro Páramo. Recordamos sin embargo que todos los premios pertenecen a la farándula y no al dominio del arte, y que es la Ministra de Cultura quien debe resolver sus interrogantes.

*
SOBRE EL PREMIO DEL MINISTERIO DE CULTURA 2015. Soy un lector de poesía y no tengo veleidades literarias, ciertamente ninguna, sin embargo acabo de leer la revista Arcadia donde se publican tres poemas enviados por su propio autor –Nelson Romero– y me pregunto ¿cómo un libro que contiene los siguientes versos: “Esta es la historia: un niño que come mucho aserrín en las noches y sueña comiendo más aserrín y se levanta a comer aserrín”; o este: “Hay un hombre al que le llueven lágrimas de los testículos”, ¿pueda ganar el Premio Nacional de Poesía del Ministerio? En otro de sus poemas publicado en Apuntes para un cuaderno encontré este concepto errático: “La irrealidad no era el vacío que creíamos, el Tao…”, cuando cualquier persona que tenga una fundamentación filosófica sabe que el Tao no es el vacío, sino la Doctrina, el noble camino hacia el Nirvana. En consecuencia me surge un interrogante: ¿se están burlando de nosotros? Juan Carlos Peña, estudiante de filosofía, U.N.



ENSAYO

Mascarón de proa de Jorge Nájar
Por Sonia luz Carrillo



“Los pronombres son como máscaras, en algunos casos te pones la máscara del "yo" y en otros la del "tú", porque la poesía suele pecar de autorepresentación” (Entrevista publicada en Caretas, 13.04.07)

¿Por qué Mascarón de proa?
La curiosidad sobre el título me llevó a buscar información sobre los mascarones de proa. Sabía -por cierto- que eran aquellas enigmática figuras que adornaban los barcos egipcios, griegos, romanos y de otros pueblos de la antigüedad pero ahora sé que ellas eran colocadas tanto para embellecer la nave como para que el barco pudiese encontrar el camino más seguro sobre el mar.
Regreso a Mascarón de proa luego de ocho años. Presenté Formas del delirio, que lo incluía, en 1999. Ahora vuelvo a propósito de su reciente edición bilingüe en traducción y nota de Michele Lefort. Siempre que uno regresa a un texto lo hace con las nuevas lecturas y vivencias. El texto aparentemente es el mismo sin embargo la mirada se dirige a otros ámbitos. El lector o la lectora ha vivido y ha visto vivir, siendo el mismo ya no es igual.
Decía en ese entonces que en el apartado dedicado a este conjunto se hallaba “Destierro y soledad de caminos extraviados aparecen aquí como la condición de la libertad, la autonomía.”. Es cierto pero ahora quiero exponer el resultado de mi nuevo buceo en estos y otros aspectos.
Ahora propongo que nos detengamos en la forma como la voz representada en la escritura se distancia, dialoga con un interlocutor o habla de sí mismo nombrándose en tercera persona. En Mascarón de proa llama la atención la insistencia en el uso de la segunda persona, el uso del tú como recurso de extrañamiento para aclarar hechos, circunstancias y sobre todo sentires. Se trata de un diálogo y presupone interlocutores que al representarlos pueden ser objetivados.
De los 26 poemas que conforman el libro en 17 la voz poética se dirige a un tú textual casi de manera exclusiva. En cinco el texto se construye en tercera persona, en dos poemas aparece de manera predominante la primera persona del plural (nosotros) y en dos la primera en singular. Aunque existen textos como el poema “Allí donde vivimos” en el que se intercalan las voces en uso de los tres pronombres.
La figura del autor, la construcción de la voz que enuncia, es trabajada de manera conciente en la pluralidad de voces. Este juego de voces es advertido por una entrevistadora que, hace unos días, le plantea la pregunta al poeta. Nájar responde: “Los pronombres son como máscaras, en algunos casos te pones la máscara del "yo" y en otros la del "tú", porque la poesía suele pecar de autorepresentación. Entonces, ¿cómo salir de eso? Justamente, desplazando las voces.”
Fiel a la poesía conversacional el discurso coloquial en Mascarón de proa significaría la intención de recuperar la oralidad para el texto que represente con eficacia a los nuevos sujetos y circunstancias Al uso de las distintas voces, a la polifonía textual, se le encarga la función de representar la complejidad de la experiencia humana. En el caso de la poesía de Nájar este punto es señalado por Ibico Rojas en la presentación de Formas del delirio (Rojas, 1999:11)
El pronombre actúa como simulacro del hablante real. El mismo autor ha señalado que se trata de sus máscaras. Es consciente de este uso para reflejar la capacidad de autorreflexividad que ilustra el conjunto.
¿Sujeto poético multiplicado porque a los referentes a los que alude los juzga plurales? Veamos algunos casos. Por ejemplo, el tú de “Yaraví”, poema narrativo con ecos de Melgar en el que el juego de pronombres intensifica el presente del poema
“En el horizonte el volcán humeaba el oro del recuerdo como esta voz entona ahora melodías de antaño/ Y tú lloras, cantor de yaravíes, ante el pelotón de fusilamiento/
Como esta voz –en la que ebrio estás– porque el mundo ha vuelto a ser hoguera de purificaciones”. “Esta voz” no es otra que la del presente. El hablante del poema se define por la voz.
En todo producto estético la relación con el entorno, con la vida y con los propios sentimientos, y por supuesto la representación y autorepresentación a que da lugar, está transida de elementos culturales y de época. El mundo emocional, los dolores y desánimos o los instantes iluminados por el amor o el placer siendo íntimos al ser objetivados ponen de manifiesto una serie de características que inscriben al individuo creador como hombre, mujer, con una determinada formación y todo esto se produce por la elección y combinación de los recursos lingüísticos.
Las señales de pertenencia a una comunidad imaginada (Anderson, 1991: 23) aparecen nítidas, por ejemplo, en “Ciudad al atardecer” donde la ciudad referida, el Cuzco, es identificada con la iconografía más difundida de Túpac Amaru en la versión del artista Jesús Ruiz Durand. “Un sombreo aludo le da horizonte a tu noble frente, entre el cielo enorme y las montañas que estornudan”… “los pliegues de tu corbata cuelgan en el vacío de la noche” (…) “Tus negrísimos ojos disparan resplandores” dice el poeta y más adelante marca la filiación “Y por ahí se hunden en el polvo de esta tierra nuestra”. El tú externo e histórico queda en suspenso. La mirada se actualiza: “en el valle sólo quedan hogueras, el cuerpo de un puma al acecho – la ciudad tempestuosa en la pureza del aire; pero bella en sus rencores y hermosa en sus maldades”.
El mismo autor, en la entrevista que anteriormente mencioné, y que me ha ahorrado mucho el trabajo, responde, ante una pregunta. Hace buen tiempo decías que la búsqueda de la propia voz es la aventura eterna del poeta. ¿Sigues en esa aventura?
“La voz... la voz a ti debida, poema de Salinas. La voz se la debemos a otro. En ese caso él reconoce que la voz le viene de ella. Hay quienes tienen varias voces. Yo soy uno de ellos. O sea, hay quienes la encuentran de una vez y para siempre, y hay quienes estamos siempre buscándonos. Y la búsqueda es sufrimiento”.
No es casual que cite al poeta español Pedro Salinas de La voz a ti debida donde proclama su alegría por “vivir en los pronombres". Tampoco es casual que identifique encontrar la voz como encontrarse el sujeto en medio de un laberinto de voces. Concepto que también trae a la memoria el “Yo soy otro” de Rimbaud.
Mascarón de proa tendría así a los tripulantes de esta nave jugando sagazmente con las máscaras de la representación en búsqueda de un encuentro.
A propósito, Pedro Cerezo Galán en Las máscaras de lo trágico. Filosofía y tragedia en Miguel de Unamuno, bajo el subtítulo “Las máscaras y el espejo” advierte, respecto a la obra de Unamuno que ante la muerte de Dios decretada por la modernidad occidental la “agonía interior” la “tensión entre el yo interno y el externo se agudiza”. “La voz y la mirada del Otro son sustituidas por las de los incontables otros, los otros como uno mismo, en cuyo laberinto y juego de espejos corre riesgo de naufragar la identidad del yo”. En palabras de Cerezo surge un nuevo flanco de tensión entre yo y los otros. (Cerezo, 1996: 591-592)
Como recuerda Unamuno y cita Cerezo, persona quiere decir máscara y el autor lo es en tanto actúa. Para Unamuno el yo laberíntico entraña agonía, y dirá “Me desentraño en lucha con el otro/ el que me creen…/ y en esta lucha estriba mi comedia” (Soneto “Hecho teatro de mí propio vivo” citado por Cerezo Gala, p. 593).
Esta lucha se emparenta con lo expresado por el autor de Mascarón de proa como una búsqueda que es sufrimiento. Afirmación que ayuda a discernir sobre la ubicación del emisor textual, por ejemplo, del poema “Cantar de truhanes”. Luego de imágenes de devastación, llama la atención sobre “El perro que alguna vez todos creyeron haber visto aplastado en medio de la carretera sigue ladrando”. Violenta imagen portadora de la noción de triunfo por encima de la percepción, descalificadora de  “todos”, es decir, los otros.
En “Cazador en la nieve” la figura es la del cazador que avanza entre “árboles martirizados por la nieve” sin importarle el paisaje objetivo, mientras se dice “Sólo miras hacia adentro de la torre de luces que eres, los ríos invisibles, mares, océanos que se mueven a tu paso.” Texto que nos da pistas acerca de las razones de este hablar a otro desde sí mismo. El desarraigo profundo, un vivir a dos tiempos simultáneamente una realidad objetiva y otra, muy otra, en el interior de la conciencia.
Se trata de una insistente bilocación. Por eso en el poema el hablante se refiere a “la sombra que cae desde ti hasta ti mismo”. Y emerge aquí el tú de la memoria. El sujeto poético se ve en la infancia, en los eventos y con los personajes familiares. El espacio de la memoria tiene muy poco que ver con el espacio inicialmente referido. “En tu memoria las gentes que amaste y aún buscas” dice y sigue ilustrando “toda la infancia, las grandes comilonas del verano al pie de árboles frondosos./ El fuego ardiendo en los deliciosos cuerpos de tus primas debajo de sus rústicas faldas”. En medio de un paisaje de nieve la memoria actualiza “todo el goce adolescente entre la hierba de los prados donde otra vida, usos y colores, ajenos y tuyos, te iluminan y brillan”.
El exilio o el destierro es una constante en la poesía de Jorge Nájar tal como lo remarqué hace unos años y lo tengo publicado. El extrañamiento que impone queda conmovedoramente expuesto en “Paisaje apátrida” que habla de “la desnuda memoria de lo que fuiste: caminante, como aquel juglar difuso en el paisaje”.
Un caminante que se identifica con los desplazados de la tierra de origen y que caracteriza como “gentes sin frontera” y se pregunta “¿Expulsado de la tierra? ¿Condenado a ser un pobre diablo?”.  El exilio se percibe como pérdida irremediable “la armonía de la infancia ardió una tarde de tus ausencias y ahora ya ni cenizas en la memoria”. Sin embargo, este yo se aferra a la persistencia de los “retratos de familia, máscaras de conversos alados y apátridas reluciendo en medio de otro mundo”.
En ese nuevo espacio, mencionado como otro mundo, el sujeto del discurso expresa un diálogo siempre difícil con la historia. La personal y la colectiva. En “Contracanto” se describe “En el oro pálido del invierno, el noble perfil del huaco contempla al creador humeando distancias” Otra vez la oposición frío, invierno, al lado de la memoria de distinta temperatura, humeante. Habla la figura que más que interrogar increpa al sujeto “¿Qué has hecho de la gloria de vivir? ¿Te hundiste en infiernos invisibles sacándole brillo a la historia?”.
Luego hay una referencia al pasado común, al de las coplas que cuestionaban el actuar de los que llegaron a estas tierras caracterizados por “los capitanes”. “seguro que todo comienza con las coplas que reclamaban las cabezas de los capitanes”. Continúa el tono de reproche “Extraes del pasado sólo pajas para nutrir hogueras sin destino”. Y luego la recomendación “Húndete en los carbones de tu propia historia y allí verás, al borde de las hecatombes, en el aferrado puño de tus neuronas, antorchas de diamante cristalino”.
El discurso del huaco, figura que rememora lo ancestral, ante el creador continúa  con dureza “¿Pergeñando cantos has limpiado tu conciencia que sólo oye derrumbe de guijarros a orillas del mar que te habita?” Y termina con una recomendación final “Avanzando por los precipicios del aire adivinarás lo que te espera el día de tu encuentro con la inmensidad”.
El poema que sigue, “Hogueras”, se constituye en una variación sobre el tema. Pero ahora será la ajenidad frente a vestigios del pasado. “Quedan aún unas tallas en las que ya no te reconoces”. Y sigue mencionado signos en la arcilla y también “un muro invisible separando, uniendo a los idos de los que quedáronse aferrados a la tierra”. La oposición entre los que migraron y los que permanecieron no es definitiva. Los signos de pertenencia quedan impregnando los “adentros”. Por eso aparece el símbolo de “La bandera de los reinos, sueño, quimera, anclada en tus adentros”.
Para abundar se menciona los lienzos profusamente decorados y más adelante “La fortaleza de senderos perfectos donde reposarán los que fuiste abrazados a la tierra cuando tú ya no estés en ninguna parte”.
Bandera, antepasados, diversas circunstancias van conformando al sujeto individual. Y este conjunto de símbolos de pertenencia trascienden el breve paso de una existencia.
Son conmovedoras y poderosas las imágenes finales. Se reconoce el doloroso papel de la memoria. “Cada quien adora los fulgores que le hacen polvo” vale, tal vez decir, que lo desmoronan, lo golpean. Y continúa “Y a fuerza de buscarlo, el diamante de la destrucción”. Termina el poema constando los riesgos que impone el recuerdo: “Cada quien al atizar el fuego se consume en las cenizas”.

Jorge Nájar nació en Pucallpa-Perú, 1946. Estudió en Lima Educación y Ciencias Humanas en la Universidad Nacional «Federico Villarreal». Trabajó de profesor en su ciudad natal. Ejerció en Lima el periodismo hasta 1976, cuando viajó a Francia donde prosiguió sus estudios de antropología en el Institut de Hautes Etudes de l’Amerique Latine, París III. En 1972 publicó su primer poemario Malas maneras. Obtuvo el Primer premio de la Bienal del Poesía del Perú (1984), Premio Copé de Oro; y el Premio Juan Rulfo de Poesía (Radio France Internationale, 2001). En 2002, la Editorial de la Unesco publicó su antología Poesía contemporánea de expresión francesa y, en 2003, la U. Católica de Lima lo reeditó. Toda su obra poética ha sido reunida en Formas del delirio (Ediciones San Marcos, Lima, 1999). Gran parte de su obra narrativa y poética ha sido traducida al francés: Le dire du malappris (Correcaminos, 1988); Pérou, contes populaires (Syros-Alternatives, 1989); Le diables rient (Syros-Alternatives, 1990); Toile Écrite (La Différence, 1992); Gravures sur maté (Folle Avoine, 1999); Figure de proue (Folle Avoine, 2006). Vive en París desde 1977 donde enseña y traduce poesía.


Carlos Pizarro Leongómez
De guerrillero a candidato presidencial
Autor: Arturo Bolaños Martínez



Tesis Doctoral: Universidad Pompeu Fabra, Instituto Universitario de Historia Vicens i Vives, 2013, Barcelona – España.
Esta es una biografía histórica de un personaje colombiano. Que, nacido en la oligarquía pasa a conformar las filas del M-19, una guerrilla atípica por las motivaciones que la originan, la procedencia de sus militantes, las acciones que llevó a cabo y por ser una guerrilla colombiana que firmó un tratado de paz con el gobierno, entrego las armas para participar en la democracia. Para aproximarnos al personaje, situamos el contexto, sus antecedentes; lo que visibilizara un país en conflicto y la importancia que hoy en día, tienen los diálogos con otros grupos levantados en armas: las FARC y el ELN.
El último Comandante del M-19 fue Pizarro, los ideales de paz y democracia fueron la basa fundamental para consolidarse como firme candidato presidencial; a 41 días de iniciar su campaña fue asesinado en un avión en vuelo. Trazamos una línea, y los puntos que la definen, desde la cuna hasta la tumba.

Informacion del Libro:
Ed. Academics Publicia-Alemania. Paperback: 328 pages
Publisher: Publicia (September 24, 2014).
ISBN-13: 978-3639558470



Ménage à trois



Poema de Miguel Ángel Bernal Barreto

HUIDA

Sherezada teje historias
que uno goza en el confort de la distancia
hasta que da con una
cuyo protagonista es el lector
nuestro destino queda
en manos del Emir de los Creyentes
El Califa Al-Rachid
Quien sólo absuelve
a los que saben amar sin medida..

“Cortaran mi cabeza –me digo–
pues no sé amar..”

Entonces sucede lo que no sucede
Y el Califa da su veredicto
y perdona mi vida
 no ha llegado mi hora…

Y paso la página

¡Y  me pierdo veloz
                     entre las palabras!
Miguel Ángel Bernal Barreto (Bogotá, 1963), Licenciado en Ciencias Sociales de la Pedagógica y Magister en literatura de la Javeriana. Hizo parte de la casa de la Cultura “El Rincón” y fue director de la revista literaria “El Sueño de Samsa” (1989). Participó como actor en diversos montajes como “Fin de Partida”, de Beckett, con la que obtuvo un reconocimiento en el evento “Bogotá 450 años”. Ha vivido extraviado entre los muros de los colegios representado una ya larga actuación, como profesor de Historia y Lengua Castellana. En la actualidad labora en el colegio Distrital Tomás Carrasquilla, a la espera de pensionarse lo más pronto para al fin, dedicarse a trabajar.
CARTAS DE LOS LECTORES

LA MEMORIA CALCINADA. Estimado Gonzalo Márquez: tu crónica "La memoria calcinada", logra una descripción matizada, bastante objetiva e intensa a la vez, que revive aspectos muy característicos de esa época, en la que los jóvenes creían ver la revolución muy próxima y relativamente fácil. Muestra, a la vez, todo el potencial, el talento, la vitalidad y la sensibilidad de esas generaciones rebeldes, que el Sistema que nos abruma aniquila sistemáticamente. Porque lo más dramático de la situación que vivimos en Colombia, es el desperdicio y la represión del talento humano potencial de este pueblo, manipuladas por los gobiernos oligárquicos; potencial de inteligencia y sensibilidad social que abunda mucho más de lo que los escépticos creen, pero que generalmente se decapita implacablemente cuando apenas está aflorando, con lo cual la frustración colectiva y el retraso histórico que se producen, son incalculables. Tu crónica sabe insinuar eso con una notable riqueza de observaciones psicológicas y de detalles ambientales. Ojalá siguieras escribiendo crónicas similares, las cuales podrían configurar un libro testimonial y crítico muy valioso. Un abrazo y mis felicitaciones, Eduardo Gómez, poeta
* * *
EVOCACIÓN POÉTICA DEL M 19. Excelente relato de Gonzalo con el recuerdo poético de los principales líderes del M-19. Los míos se remontan a los años sesenta en otro hueco: el bar "El agujero", frente a "El cisne". José Luis Díaz-Granados, poeta y narrador colombiano
* * *
CRÓNICA DE UN VIAJE AL PASADO. Es con deleite que leí el texto de la "memoria calcinada" del con-fabulación. Muy bueno, interesante y triste a la vez. Sébastien Turblin
* * *
ALFREDO FRESSIA. Bellos los poemas del uruguayo Alfredo Fressia, uno de los buenos poetas del continente que tuve el placer de conocer en Bogotá. “Yo vivo entre lo dicho y lo que silencié”. Luisa Manrique
* * *
EL GRAN NEREO LÓPEZ. Confabulados, ustedes son el único medio que registra los eventos de los artistas colombianos que no pertenecen al núcleo oficial. Gracias por el tributo rendido al gran Nereo López, uno de nuestros fotógrafos insignes. Pedro Arturo Silva
* * *
LOS AÑOS DE LA UTOPÍA. Cuánta falta nos hacía leerte Gonzalo; sabernos presos de esa escritura que palpita en cada línea y nos lleva de la mano hasta bordear el abismo. La crónica que acabo de leer sobre los febriles años en los que se oteó la utopía, me deja contagiado de una festiva desolación, que solo los anarquistas hirsutos podemos comprender. Marcos Fabián Herrera
* * *
EL JUEGO DE LAS LÁGRIMAS. Estoy tan hondamente conmovida con tu “Crónica de un viaje al pasado”, que me arrancó hasta las lágrimas. Qué época de sueños y utopías tan maravillosa la que tu generación vivió! Tu relato tiene sorpresivos momentos de alegría pero también de una desoladora tristeza. Sólo te puedo decir que eres una pluma incomparable. Te abrazo llena de emoción por tu presencia en mi vida. Esperanza Vallejo
* * *


GALERÍA EN LA RED

Obra de Fernando Maldonado: “La Venus de la pantalla”

ARTE EN VENTA
Galería en la Red, es la página más confiable y de mayor tránsito en la Red, destinada a la venta y promoción de arte en Colombia. En su vitrina virtual es posible apreciar centenares de obras de prestigiosos pintores y escultores, todas ellas certificadas.


¡Por la defensa de la prensa libre en Colombia!
Con–fabulación es un periódico virtual que se publica semanalmente y se despacha a 100.000 lectores. Las opiniones expresadas en este medio son responsabilidad exclusiva de los columnistas y periodistas. Todos los textos pueden reproducirse citando la fuente. Si usted comulga con nuestra tarea, envíe este periódico a sus amigos, o mándenos las direcciones que considere pertinentes: ¡contribuya a la con–fabulación!
Si usted no desea seguir recibiendo este periódico por favor enviar un mensaje de retiro a este mismo correo




________________________________________

Nessun commento:

Posta un commento