Ya
estamos en plena fiebre mundialista, la que llega cada 4 años cuando el mayor certamen de fútbol opone,
a lo largo de un mes y a lo ancho de un país, a las selecciones más
habilidosas del planeta.
El fútbol, dicen los que saben, no es deporte cualquiera. Reúne en sí la gesta
épica con la arbitrariedad del azar; el
lucimiento de individualidades con el trabajo en equipo;
la rivalidad incuestionada, la intensa comunión
con desconocidos (al menos durante los 90 minutos en que juega nuestro
equipo compartido) y la adhesión sin cuestionamientos, y
casi sin razones lógicas, a los colores de un bando por sobre los de otros.
Tal vez sea todo esto lo que vuelve el fútbol tan buena materia literaria,
como evidencian decenas de narraciones memorables en torno
a este juego por parte de autores de lo más disímiles, como lo son los
argentinos Alejandro Dolina, Osvaldo Soriano y Eduardo Sacheri, el inglés Nick Hornby, el uruguayo Eduardo Galeano,
el mexicano Juan Villoro (con su Dios es redondo, por ejemplo) o el español Manuel
Vázquez Montalbán (El delantero centro fue asesinado al amanecer).
Una buena explicación del hechizo que provoca del fútbol es la del español Javier Marías, quien decía que es "la
recuperación semanal de la infancia". También, la definición del
escritor argentino Rodolfo Braceli, en De fútbol somos: "El fútbol es una suma de
poesía, ajedrez y misterio".
Y, si no, contamos con la detallada enumeración de Roberto
Fontanarrosa, presente en su antológico cuento "Viejo con árbol", donde sostiene que el
fútbol está muy emparentado con el arte, porque posee la "danza"
de los cuerpos, la "música" de los sonidos aparejados, la
"teatralidad" de los gestos... y la pasión de las reacciones:
"—Mire usted nuestro arquero —efectivamente el viejo señaló a De León,
que estudiaba el partido desde su arco, las manos en la cintura, todo un
costado de la camiseta cubierto de tierra—. La continuidad de la
nariz con la frente. La expansión pectoral. La curvatura de los muslos. La
tensión en los dorsales —se quedó un momento en silencio, como para que el
Soda apreciara aquello que él le mostraba—. Bueno... Eso, eso es la
escultura... (...)
El contraste con el azul de Prusia de las camisetas rivales, el casi
violeta cardenalicio que asume también ese azul por la transpiración, los
vivos blancos como trazos alocados. Las manchas ágiles ocres,
pardas y sepias y Siena de los mulos, vivaces, dignas de un Bacon.
Entrecierre los ojos y aprécielo así... Bueno... Eso, eso es la pintura.
—Observe, observe usted esa carrera intensa entre el delantero de ellos y
el cuatro nuestro. El salto al unísono, el giro en el aire, la
voltereta elástica, el braceo amplio en busca del equilibrio... Bueno...
Eso, eso es la danza...
—Y escuche usted, escuche usted... —lo acicateó el viejo (...)—...
la percusión grave de la pelota cuando bota contra el piso, el chasquido de
la suela de los botines sobre el césped, el fuelle quedo de la respiración
agitada, el coro desparejo de los gritos, las órdenes, los alertas, los
insultos de los muchachos y el pitazo agudo del referí... Bueno... Eso, eso
es la música...
—Y vea usted a ese delantero... (...) mesándose exageradamente los
cabellos, distorsionando el rostro, bramando falsamente de dolor,
reclamando histriónicamente justicia... Bueno... Eso, eso es el teatro.
(...) —¿Cobró
penal? —abrió los ojos el viejo, incrédulo. Dio un paso al frente,
metiéndose apenas en la cancha—. ¿Qué cobrás? —gritó después, desaforado—.
¿Qué cobrás, referí y la reputísima madre que te parió?
El Soda lo miró atónito. (...) —...¿Y eso? —se atrevió a preguntarle el
Soda, señalándolo. —Y eso... —vaciló el viejo, tocándose levemente
la gorra—...Eso es el fútbol".
¿Cuál, para ustedes, la mejor narración (novela o cuento, biografía
o ensayo) sobre el fútbol? La seguimos (entre partido y partido) en el foro y los esperamos abajo con dos
títulos nuevos de nuestro catálogo también sobre fútbol.
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Libros recomendados
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La batalla del futuro en la galaxia. El conflicto interno
Una aventura épica futbolística, cuya principal
atracción es, precisamente, el deporte rey en nuestro planeta Tierra.
En el planeta Sacredland se viven tiempos de monarquía. Doce son los
pueblos gobernados por otros tantos monarcas que habitan el cuerpo
celeste. Pero algunos de los reyes pretenden, en secreta
coalición, apoderarse de otros reinos, tras el aparentemente ingenuo velo
de la celebración de un torneo de fútbol.
El joven príncipe de Empirevillage, Wananki Aneiwan, gran jugador de
fútbol y guerrero, deberá enfrentar en primera instancia al ejército de
su padre, el rey Zeot Aneiwan, verdadero promotor de aquel plan de
adueñarse de otros reinos a través de este deporte. Y, para ello, Wananki
deberá contar con la ayuda de su abuelo, el antiguo rey Dukko Aneiwan, y
con la de algunos jóvenes y fieles amigos.
Pero las intrigas palaciegas determinarán que, finalmente, el príncipe
Wananki integre el equipo de fútbol del reino de Hopevillage, cuyo rival
final será, justamente, el equipo de Empirevillage, con el agravante de
tener que enfrentar a su hermano mayor, el hábil príncipe Wansath
Aneiwan, preferido de su padre Zeot, en desmedro de Wananki.
El hecho de que el planeta Sacredland esté habitado por humanos, xenoides
y otras extrañas especies de variados seres en franca convivencia aporta
a esta apasionante historia de doble núcleo dramático -la batalla
bélica y la batalla futbolística- los más inesperados
componentes de aventuras, acción, romance, diversión y juego, a punto tal
que el lector vivirá realmente una experiencia galáctica.
Bruno
Giannini nació en Vicente López, provincia de Buenos
Aires, Argentina. Desde temprana edad se ha volcado al arte, en
particular a la escritura y la dirección de cine y televisión. Entre sus
trabajos más recientes, se destaca la novela La
rebelión de los ángeles. También ha trabajado en
diversas editoriales.
El libro está
disponible en versión digital (PDF e ePub) e
impresa.
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Fútbol de negro Andrés
Escobar regresa a Medellín tras el Mundial de 1994. Pasan pocos días
hasta la tragedia que parte en dos el fútbol colombiano.
Durante esas horas, un aficionado que intenta ofrecerle su apoyo descubre
el lado oscuro del fútbol de la mano de un árbitro "renegado".
El aficionado, un taxista enamorado de su equipo y creyente absoluto en
la integridad de Escobar, confirma que el central de Atlético Nacional
era inalcanzable para los apostadores y corruptos del deporte más hermoso
del mundo.
Graduado de la Universidad de la Sabana (Bogotá), John E.
Rojas reside en Estados Unidos desde 2001. Tras
jugar fútbol en divisiones menores y juveniles, dejó el sueño por los
estudios de periodismo. Ganador del premio Luis Enrique Figueroa
Rey (Bucaramanga), ha contribuido con medios de toda América en radio,
prensa escrita, televisión e Internet.
Productor general de NY1 Noticias, único canal en Nueva York de noticias
en español 24 horas, produce, presenta y edita su segmento de entrevistas
"Camerino Abierto".
El libro está
disponible en versión digital (PDF e ePub) e
impresa.
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Libro de regalo
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¡Adivinanzas que dejan la boca abierta y colmos que dan carcajadas!
Cuando
uno es niño, pocas diversiones son mejores que contar colmos o
sorprender a amigos y adultos con adivinanzas. Para tener a su
niño (hijo, sobrino, nieto o ahijado) entretenido en estos días
del Mundial de Fútbol, nada mejor que descargarle esta
recopilación de adivinanzas y colmos. Ilustrada a todo color, didáctica y
divertida, resulta ideal para pequeños de 4 a 10 años.
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