venerdì 28 marzo 2014

[Gacemail] GACEMAIL Nro.548

FERIA DEL LIBRO.QUINO, AUSTER, COETZEE Y SAN PABLO EN LOS 40 AÑOS DE LA FERIA
CON EL ACTO INAUGURAL A CARGO DE QUINO, LA PARTICIPACIÓN DE ESCRITORES INTERNACIONALES COMO PAUL AUSTER Y J.M.COETZEE, Y LA PRESENCIA DE UN COLECTIVO DE AUTORES BRASILEÑOS, PORQUE ESTE AÑO SAN PABLO SERÁ LA CIUDAD INVITADA DE HONOR, LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE BUENOS AIRES CELEBRARÁ SUS 40 AÑOS DEL 24 DE ABRIL AL 12 DE MAYO EN LA RURAL.
 Con el acto inaugural a cargo de Quino, la participación de escritores internacionales como Paul Auster y J.M.Coetzee, y la presencia de un colectivo de autores brasileños, porque este año San Pablo será la ciudad invitada de honor, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires celebrará sus 40 años del 24 de abril al 12 de mayo en La Rural.
"Cuarenta años ininterrumpidos muestran una envergadura, una persistencia en la defensa del libro y la lectura que es algo para echarle el ojo", disparó Gabriela Adamo, directora de la Fundación El Libro, alma mater de la feria.

"Aunque la fundación no tiene 40 años, se estructuró más tarde, desde el principio el grupo fundador fue uno de los pilares de la feria", destacó Adamo, en un desayuno de trabajo, ante una veintena de periodistas.

Por este motivo, la Fundación ha investigado todo lo realizado durante estos 40 años y todos los días de Feria habrá "actividades especiales con la participación del público".

En el predio ferial de 45000 metros cuadrados, donde los sellos editoriales presentarán sus novedades, tendrán lugar alrededor de 1000 actos culturales entre presentaciones de libros, debates, conferencias, lecturas, talleres, muestras y espectáculos.

Como un inmenso rompecabezas, países, provincias, editoriales, instituciones públicas o de carácter social o religioso se repartirán los espacios de una inmensa cuadrícula dividida en pabellones, en los que se ordenan los stands que imprimen dinamismo a la feria a la par de las salas de actos, todas con una apretada programación.

El acto de apertura, a realizarse el jueves 24, tendrá como protagonista a Quino, el creador de Mafalda, un personaje de 50 años que sigue vigente y ha recorrido todo el mundo.

Entre otros actos programados, sobresale una charla entre Paul Auster y J.M.Coetzee, Premio Nobel de Literatura 2003, el domingo 27 de abril a las 18.30, organizada por la Universidad Nacional de San Martín.

Además, visitarán la Feria destacados escritores extranjeros: Izzeldin Abuelaish (Palestina), Roberto Ampuero, Pedro Lemebel, Claudio Naranjo y Pilar Sordo (Chile), Ricardo Cayuela, Julio Trujillo, Christopher Domínguez, Michael Antonio Deltoro (México), James Dashner y William Gordon (Estados Unidos) y Esther Gerritsen (Holanda).

A estos se suman David Held (Inglaterra), Nina Jackle (Alemania), Eduardo Lalo (Puerto Rico), Laurent Mauvignier y Eric Faye (Francia), Julia Navarro, Arturo Pérez-Reverte, Almudena Grandes y Enric Corbera (España),

San Pablo irrumpirá en la Feria en su rol de ciudad invitada de honor, bajo la organización de la Secretaría General de Cultura de la Alcaldía de San Pablo, que eligió poner en foco la producción literaria y cultural que crece en las periferias de la ciudad a través del `sarau`, un escenario improvisado e informal.

"Solamente con cuatro `saraus` llegamos a los cien artistas, jóvenes escritores, poetas, músicos, que le darán un sello absolutamente original a esta edición de la Feria", consideró Adamo.

El espacio a ocupar tendrá características diferentes al de Holanda, la ciudad invitada la edición anterior, "incluso los `saraus` desbordarán las fronteras del predio ferial, para confraternizar con los barrios periféricos de la ciudad, algo para lo cual están trabajando", explicó.

Asistirán, entre otros, los brasileños Cadao Volpato, Fernando Bonassi, Rafael Coutinho, Heloísa Prieto, Reinaldo Moraes, Juliana Frank, Ricardo Lisias, Arnaldo Antunes, Marcos Siscar, Carla Caffé, Ivana Arruda, Marçal Aquino, Maria Cecilia Gomes dos Reis, Lucrecia Zappi, Paula Fábrio, Fabrício Corsaletti, Alberto Martins, Shirley Sousa, Ricardo Azevedo y Regina Machado.

También en el plano internacional, Adamo mencionó la participación de Sudáfrica que vendrá por primera vez a la Feria y deslizó, sin precisar todavía, que está casi confirmada la participación en 2015 de México, como ciudad invitada de honor.

En el tercer encuentro "Diálogo de Escritores Latinoamericanos" (del 3 al 6 de mayo) estarán entre otros Mario Bellatín, (Perú/México), Diamela Eltit (Chile), Edmundo Paz Soldán (Bolivia), Rodrigo Rey Rosa (Guatemala) e Iván Thays (Perú).

En el marco de la Feria, del 22 al 24 de abril, se llevarán a cabo las Jornadas Profesionales orientadas al mundo editorial y entre los oradores figuran el célebre agente estadounidense Andrew Wylie, alias `El chacal`; la librera italiana Grazia Gotti y el representante inglés de la editorial de Harry Potter, Bill Swainson.

En un seminario para los libreros, el 24 de abril, participarán expertos de la industria internacional para reflexionar en torno a la creatividad, un insumo fundamental para sobrevivir en épocas de crisis y cambios.

Otras actividades son las Jornadas Internacionales para Docentes (25 y 26 de abril), la Maratón de Lectura (28 de abril), el Encuentro Internacional de Narración Oral (2, 3 y 4 de mayo) y el Festival Internacional de Poesía (2 al 7 de mayo).

También, el ciclo Milhojas sobre cocina e identidad (3 y 4 de mayo); un diálogo de provincias, que bajo el título Lecturas con tonada (29 de abril al 2 de mayo) reunirá a escritores del interior del país y la Jornada de Microficción (8 de mayo).

Como todos los años, esta edición ofrece actividades académicas, cursos, talleres de escritura y entre lo novedoso un espacio para los docentes, un consultorio gramatical a cargo de la Academia Argentina de Letras; y un stand que muestra lo que se esconde tras la producción de un libro, además de la Zona Futuro dedicada la vanguardia "que se escapa del formato libro".

Durante la Feria se entregará el I Premio Latinoamericano al Diseño Editorial, con más de 400 obras de 11 países (Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Colombia, Venezuela, México, Guatemala, República Dominicana, Paraguay y Bolivia) y el I Premio de la Crítica, al mejor libro de ficción editado en el país.
Fuente y más información: www.telam.com.ar/
LIBROS.ARGENTINA EN EL SALÓN DEL LIBRO DE PARÍS/LA VIGENCIA DE CORTÁZAR / QUINO CONDECORADO CON LA ORDEN DE LA LEGIÓN DE HONOR / PUBLICAN EN FRANCÉS "EL ETERNAUTA"/ LA POESÍA DE JUAN GELMAN / GRAN REPERCUSIÓN DE ARGENTINA COMO PAÍS INVITADO
ROGER GRENIER, NOÉ JITRIK, MARIO GOLOBOFF, ROSALBA CAMPRA Y JULIA SALTZMANN PARTICIPARON DE UNA MESA EN LA QUE SE REPASÓ LA OBRA DE CORTÁZAR.
---------------------------------------------------------
QUINO FUE CONDECORADO EN PARÍS CON LA ORDEN DE LA LEGIÓN DE HONOR.
LA LLEGADA DE LA PRIMERA VERSIÓN EN FRANCÉS CON LOS DIBUJOS ORIGINALES DE "EL ETERNAUTA", LA HISTORIETA DEL HÉROE COLECTIVO CREADA POR H.G. OESTERHELD Y FRANCISCO SOLANO LÓPEZ, SE CONVIRTIÓ EN UNO DE LOS PUNTOS SALIENTES DE LA ÚLTIMA JORNADA.
---------------------------------------------------------
HORACIO GONZÁLEZ: "LA POESÍA DE GELMAN ES TIERNA Y PROFUNDAMENTE TRÁGICA".
---------------------------------------------------------
CERCA DE 7000 PERSONAS PASARON POR LAS ACTIVIDADES PROPUESTAS POR LA SECRETARÍA DE CULTURA EN LA FERIA LITERARIA PARISIENSE Y HUBO VENTAS RECORD POR UNOS 100 MIL EUROS. “EL DINERO PUESTO EN LA PRODUCCIÓN DEL LIBRO ES SIEMPRE UNA INVERSIÓN”, EXPLICÓ RODOLFO HAMAWI.

Después de que uno lee a Cortázar, el mundo cambia

La idolatría alienta las sospechas. Aunque el “sospechoso” sea involuntariamente el protagonista, no es responsable de lo que ocurre cuando su imagen iconográfica y su figura pública post mortem se desparrama a lo ancho y largo del planeta como estampitas. Pero la obra, como corresponde, es otro cantar. El asunto del canto se complica cuando se multiplican los homenajes. Aunque la heterodoxia no suele abundar en este tipo de celebraciones, a veces hay excepciones. Como el homenaje a Julio Cortázar en el Salón del Libro de París, en el que participaron Roger Grenier, Noé Jitrik, Mario Goloboff, Rosalba Campra y Julia Saltzmann. “No creo en los homenajes, sino en la valoración, en el reconocimiento. Del homenaje al elogio hay un paso y del elogio a la momificación hay otro”, dijo Jitrik y dio una cátedra sobre cómo leer la obra del autor de Bestiario dentro de la historia de la literatura argentina. Saltzmann, editora de Alfaguara, aportó una cifra que no habría que perder de vista. Se venden cincuenta mil ejemplares de títulos de Cortázar cada año y Rayuela es casi siempre el que encabeza las ventas. “Este dato hay que tenerlo en cuenta cuando algunos dicen que su obra atrasa”, subrayó la editora. Y agregó que el mejor homenaje es que “sus libros se sigan leyendo, que su obra siga viva en los lectores”.
Una manera de respirar
Saltzmann trazó un riguroso racconto de la historia del escritor con las editoriales. En principio, hay un autor que usó el seudónimo Julio Denis para publicar el poemario Presencia, editado por un amigo suyo, Daniel Devoto. “Cortázar encontró un editor cuando conoció a Paco Porrúa en Sudamericana; él ya había publicado Bestiario, que había quedado en el depósito durante años y no había trascendido”, repasó la editora, que calificó el vínculo entre el escritor y Porrúa como “una relación de amistad y gran interlocución”. “A Cortázar le interesaba el libro en sí, como objeto físico; la correspondencia con sus editores es interesantísima. Escribía cartas todos los días de su vida.” El autor de Las armas secretas llegó a Alfaguara hacia el final de su vida, cuando conoció a Jaime Salinas. Saltzmann fue desplegando un puñado de anécdotas para ilustrar el tema. “Al final de su vida le escribe a una editora y le dice que ya no está en condiciones de revisar las pruebas de Rayuela y que confía en los ángeles alfaguareños.” Hay una primera etapa de edición que cuidó el propio Cortázar en vida, un autor “extremadamente meticuloso” que le interesaba los lomos de los libros porque pensaba que eran la clave. Otra anécdota que relató fue la trifulca que tenía el escritor con los correctores, que le cambiaban la puntuación, especialmente las comas. A una correctora le expresó en una carta que “él no estaba dispuesto a que le cambien su manera de respirar”.
La segunda etapa de ediciones se inicia con la publicación de libros póstumos que escribió en su juventud, como Imagen de John Keats y El diario de Andrés Fava. Entonces se creyó que no habría nada más. Hasta que a mediados del 2000, Aurora Bernárdez, su albacea literaria, empezó a trabajar con el filólogo español Carles Alvarez Garriga. Poco a poco aparecieron nuevos libros, como los Papeles inesperados, “una recopilación multigénero”, y la correspondencia. “Si hay una obra que nos lo muestra de cuerpo entero en toda su evolución y lo distinto que era, es su correspondencia. Ahí está la verdadera riqueza, la génesis de sus obras y cómo fue transformándose a la luz de los acontecimientos de un escritor esteticista, a un escritor metafísico y hasta comprometido”, afirmó Saltzmann. Grenier aseguró que desde Gallimard trabajan para el porvenir. “No queremos un best seller, sino un long seller”, aclaró el editor francés y destacó la coincidencia de contar para el centenario del nacimiento con una versión en francés de Papeles inesperados. “Es una obra perfectamente viva que no queremos descuidar”, ponderó Grenier, que conoció al escritor en París. “No puedo acordarme si era su amigo o su lector. No sé si entonces había leído su obra, pero me impresiona recordar que cuando Roger Caillois creó la colección Cruz del Sur para difundir la literatura latinoamericana en Gallimard, entre otros autores estaba Cortázar.”
Un mundo cortazariano
Goloboff recordó que para el propio Cortázar “El perseguidor” –cuento anterior a la Revolución Cubana– es “una bisagra” en su obra, porque empezó a mirar al prójimo. “Hasta entonces, había escrito literatura fantástica y desgajada de la sociedad. Sin ‘El perseguidor’ jamás hubiera escrito Rayuela.” El escritor y biógrafo comentó que la búsqueda de Cortázar es metafísica y se expresa en ese relato, “un texto que está infiltrado por los textos bíblicos”. Como lectora y crítica, Campra advirtió que hay que leer a Cortázar con un poco de precaución. “Después de que uno lo lee, el mundo cambia y empezamos a descubrir cosas que antes no existían, o cambia el modo en que vemos el mundo. Antes de 1962 no sabíamos que había cronopios, famas y esperanzas. A partir de Cortázar, el mundo tiene la posibilidad de volverse cortazariano. No son muchos los autores que han dado con su apellido origen a un adjetivo; sólo hablamos de kafkiano, borgeano y cortazariano.” En esto de mirar el mundo con ojos nuevos precisó la escritora y profesora que en el libro de cuentos de los cronopios hay instrucciones no para lo insólito, sino para cosas elementales como subir una escalera, llorar o dar cuerda al reloj. “Todos quedamos fascinados con Rayuela. La frase inicial ‘¿encontraría a la Maga?’ es uno de los grandes momentos de la literatura occidental; un libro que empieza con una pregunta. Cortázar consigue el máximo triunfo de volverse anónimo –como el Martín Fierro– y nos sirve para comentar la vida. Nos da una posibilidad de nombrar nuestra propia experiencia.”
Jitrik analizó la cuestión de otro modo, asumiendo el riesgo de ser heterodoxo. “Me cuesta hacer un homenaje a quien veo y reveo caminando por la calle, llevando del brazo a mi hija de seis años y preguntando si la comida tenía ajo, porque le daba cefalea”, evocó. El escritor y crítico inscribió a Cortázar dentro de la historia de la literatura y puso la lupa sobre Bestiario. “Hay un germen que reaparece reorganizando otros libros: la idea de los pasajes y la relación que establece entre el pasaje Güemes de Buenos Aires y la galerie Vivienne de París en ‘El otro cielo’, como si hubiera leído a Walter Benjamin. La idea de pasaje no es solamente de él –aclaró Jitrik–. Adolfo Bioy Casares también tenía esa idea: el pasaje, el secreto, la transmisión, el desplazamiento, y esto organiza Rayuela.” Luego continuó afilando el lápiz de las corrientes literarias con el regreso de Borges de su viaje por Europa y la escritura del “Manifiesto Ultraísta” con ideas que modifican el pensamiento sobre la literatura argentina y tienen una profunda incidencia cuando la idea de escribir con precisión se generaliza. “Cortázar no abandona nunca la precisión del lenguaje. Nunca se desprendió de esa formación básica.” Jitrik dejó en claro que no cultiva la necrofilia literaria. “No creo en los homenajes, sino en la valoración, en el reconocimiento. Del homenaje al elogio hay un paso y del elogio a la momificación hay otro.” Hecha la aclaración, resaltó que luego de ser “un oscuro argentino que vive en París”, Cortázar tiene un momento de expansión cuando aparece Rayuela y se produce “una explosión de lectura”. Y sucede algo más, poco frecuente: tiene reconocimiento en vida y después de muerto.
Qué elogio preciso y oportuno lanzó Saltzmann, que unos cuantos suscribirían: “Me dan ganas de volver a la universidad y tener un profesor como Noé”. La editora de Alfaguara coincidió: a Cortázar no le hubieran gustado los homenajes. “Sí le hubiera gustado que sus libros se siguieran leyendo. Es el único homenaje que tiene sentido: que la obra siga viva en los lectores.” Saltzmann planteó que el escritor sigue creando lectores. “Veo adolescentes que leen a Cortázar y que les produce una revelación. Cuando uno lo lee por primera vez, se le revela algo distinto. Leí a los nueve años ‘El perseguidor’, ahí había algo misterioso y algo de lo que nunca me olvidé. La sordidez de la pieza del hotel, del hombre desnudo tapado con una frazada.” El tiempo pasa y Saltzmann revisa sus preferencias. “Si me dan a elegir, ahora me quedo con la correspondencia; es una experiencia humana, es una novela de formación, el derrotero de una persona en sus múltiples facetas.”
Fuente y más información: www.pagina12.com.ar
------------------------------------------------------------------------------

"Mafalda no está mal, pero me hubiera gustado más ser Picasso"


Ver entrar a Quino en el Salón del Libro de París es como ver flamear la bandera argentina en un territorio que no es el propio. Es que su hija, Mafalda, es más argentina que el dulce de leche. Aquí, en Francia, padre e hija modificaron el nombre. Quino es Quinó y Mafalda, Mafaldá. Ambos con acento en la última letra, pero sin tilde.
Cuando la niña rebelde ya ha cumplido los 50 y se ha convertido en una super star internacional, su padre parece sorprendido de que la gente lo aplauda y el gobierno de Francia lo condecore.
Ayer, en el espacio más grande del Salón de Paris, Grande Scène, tuvo lugar "Rencontre avec Quino (Encuentro con Quino)", una entrevista pública a él y al humorista francés Zep. Al finalizar, el público podía hacer preguntas. Luego, en un acto formal que contó con la presencia del secretario de Cultura de la Nación Jorge Coscia, el embajador de Francia en la Argentina Jean Michel Casa le hizo entrega al humorista de la medalla de la Legión de Honor. El galardonado no se puso solemne para agradecer. Dijo que toda su vida había soñado con recibir la Orden de la Legión de Honor y con dibujar para Paris Match. Pero antes de eso, hizo reír a todo el mundo con sus respuestas desacartonadas.
"¿Cómo me convertí en dibujante de un diario? –dijo Quino ante la primera pregunta del entrevistador–. Bueno, me puse los dibujos bajo el brazo, salí a recorrer redacciones y soporté que me dijeran que había ideas buenas pero que el dibujo todavía era malo."
"Vengo de una familia de españoles antifranquistas y anticlericales y me considero un hombre de izquierda", se autodefinió, aunque aclaró que en sus comienzos muchas veces no se había puesto a pensar en la posición política del medio al que llevaba sus dibujos porque necesitaba trabajar.
Respecto de la relación de Mafalda con la censura política, aclaró que con ella no había tenido problemas quizás porque nadie se tomaba muy en serio lo que pudiera decir una nena, pero que sí los había tenido con otros dibujos. De todos modos, hizo la salvedad de que la censura no le había llegado a través de un censor oficial sino a través de los jefes de redacción que eran los encargados de decir "esto mejor no publicarlo" o "esto se publica pero hay que modificar tal cosa".
"Pero usted criticaba la sociedad de consumo, el capitalismo…" insistió el entrevistador. A lo que Quino contestó: "El trabajo de los humoristas consiste precisamente en criticar algo."
"Cuando comencé a dibujar –le contó al auditorio– todo el tiempo me preguntaba qué era el humorismo. Leí a Freud y a otros autores en busca de respuesta, hasta que en un momento me dije que si tenía que trabajar todos los días era mejor que lo hiciera y no siguiera formulándome preguntas. Desde entonces no me lo pregunto más. Todo el mundo quiere saber qué es el humorismo y yo me digo por qué es más importante saber qué es el humorismo que saber qué es la angustia, por ejemplo."
Cuando llegó la consabida pregunta acerca de cómo había nacido Mafalda, contó que le habían encargado la creación de un personaje para una empresa de electrodomésticos que tenía una marca que sonaba tan extranjera que era necesario crear un personaje cuyo nombre sonara más argentino. Hubo risas cuando el entrevistador le dijo que se había reivindicado de sus comienzos publicitarios pro capitalistas teniendo luego una posición de izquierda. "Esa campaña nunca se concretó" –contestó Quino–.
¿Cómo explica el éxito que tuvo Mafalda en la Argentina, en el resto de América Latina y en Europa?, inquirió el entrevistador: "No me lo explico, ese fenómeno en todo caso lo tiene que explicar el público. Sí, en cambio, tuvo una explicación para la pregunta de por qué creía que su editor, Daniel Divinsky, de Ediciones de la Flor, le había propuesto tan pronto publicar las tiras en un libro: "Su argumento fue que había visto una persona en algún lado que había recortado la silueta de Mafalda de la tira que había aparecido en el diario y la había pegado en una libreta o en una carpeta. Para él eso era un signo de que Mafalda merecía un libro."
La gente lo aplaudió cuando al preguntarle qué era lo más argentino que tenía Mafalda, Quino contestó con un monosílabo: "Yo". Relativizó, además, el éxito mundial que el entrevistador le atribuyó a su personaje. "Bueno, no tuvo éxito en tantos países. Lo tuvo en América Latina, en Francia, en España... El resto de Europa la ignora absolutamente. Sobre todo en Francia ha tenido mucha aceptación quizás porque culturalmente hay cosas en común. Los argentinos admiran la cultura francesa, el cine. Francia sigue siendo para los argentinos un modelo cultural admirado." Entonces, frente a la insistencia sobre la calidad de su dibujo, dijo: "Si dibujar a Mafalda no está mal, pero a mí me hubiera gustado más ser Picasso."
"En la Argentina los humoristas se han convertido –ironizó– en gente a la que los periodistas llaman por teléfono para preguntarle cualquier cosa, por ejemplo, qué opinan de Obama o de cualquier otro personaje por el estilo, como si los humoristas fuéramos grandes sabios. No sé por qué nos consultan tanto a nosotros."
Ante la pregunta de por qué había dejado de dibujar a Mafalda luego de diez años de éxito afirmó: "En la Argentina la violencia política era muy fuerte, pasaban demasiadas cosas y yo entendí que si continuaba haciendo Mafalda no podía dejar de hablar de eso. Entonces preferí dejar de dibujarla." ¿Pero entonces, quiso saber el entrevistador, por qué no volvió a dibujarla cuando regresó la democracia a su país? "Porque el momento en que hice Mafalda fue un período irrepetible."
Para finalizar y ante las preguntas del público sobre sus personajes dijo: "Mafalda es el personaje más elaborado, más 'fabricado'. Manolito es alguien que conocemos todos porque gente a la que le interesa muchísimo el dinero hay en todas partes. También todos conocemos a una Susanita. Felipe estuvo inspirado en un amigo mío, Jorge Timosi, un gran admirador de la Revolución Cubana." Ante reiteradas preguntas del público aclaró que "no sabía nada más de la suerte que habían corrido Mafalda y sus amigos, que no tenía idea de si Miguelito se había casado con Susanita."
"¿De qué cree que hablaría hoy Mafalda?", le preguntó alguien desde la platea. Quino no dudó: "De la inmensidad de la estupidez humana." «


El intento de ganar una foto para la causa anti-maduro
Cuando Quino entró y se sentó en el escenario todo fue confusión, aturdimiento y gritos, como si hubiera aparecido una estrella de rock. Pero desde un sector de la sala los gritos eran más fuertes. En medio de la confusión, alguien le dio a Quino una cartulina doblada que él colocó sobre las piernas y abrió para ver de qué decía. "SOS para Venezuela", leyó. Los flashes, como si fuera una situación muy esperada, no tardaron en dispararse. Hubo gritos de apoyo y de repudio. Quino volvió a doblar el cartel y comenzó la entrevista. Al finalizar, cuando el público tomó la palabra, una mujer comenzó a increparlo: "Yo soy una de los tantos venezolanos que viven fuera de su país –le dijo–. ¿Qué opina usted, que es un gran artista, de la situación de Venezuela, de la masacre que el gobierno está llevando a cabo con los estudiantes?" Quino contestó: "Sólo puedo decir que quisiera que en Venezuela hubiera paz. Pero no voy a opinar nada más, porque Venezuela tiene una situación complicada de la que prefiero no hablar. Lo único que puedo decir es que siempre apoyé y sigo apoyando la Revolución Cubana, sólo eso." Mientras el moderador decía que no se aceptaban más preguntas de tenor político, la mujer se retiró indignada. El operativo anti-Chávez y anti-Maduro fracasó, pero quizá algún medio titule: "Quino repudió al gobierno de Venezuela" y lo "documente" con una foto.
Fuente y más información: http://tiempo.infonews.com/
------------------------------------------------------------------------------

Publican por primera vez en francés "El eternauta"

La llegada de la primera versión en francés con los dibujos originales de "El Eternauta", la historieta del héroe colectivo creada por H.G. Oesterheld y Francisco Solano López, se convirtió en uno de los puntos salientes de la última jornada del Salón del Libro de París.
Publicado por Vertige Graphics, este suceso editorial cobró otra dimensión en el 38º aniversario del golpe cívico-militar de 1976, porque tal como recordó el editor Daniel Divinsky al público, Oesterheld y sus cuatro hijas "fueron víctimas de esa dictadura".

La mesa en el Pabellón argentino la completaron el escritor Juan Sasturain, los dibujantes José Muñoz y Rep, y la traductora Elsi Gómez y se convirtió en un homenaje a Oesterheld, el militante revolucionario.

Rep, quien en su adolescencia trabajó en Ediciones Récord muy cerca del guionista, recordó: "Era extraño que siempre dejaba un reguero de barro seco entre la mesa y el baño, donde había un pasillo. Ese hombre estaba escapando todo el tiempo, y un día dejó de venir a la editorial".

Y agregó: "Esta es una historieta de muchas lecturas, sobre todo después de la desaparición de Oesterheld; la segunda parte resignifica toda la primera, es la obra desde la militancia, del perseguido. Y la lectura de hoy es hiperpolítica".

Sasturain, por su parte, dejó en claro que "hay que desterrar el equívoco que a Oesterheld lo mataron por escribir `El Eternauta`. Él era un militante revolucionario que llevó hasta las últimas consecuencias su enfrentamiento al régimen".
"El itinerario ideológico de Oesterheld es ejemplar y comparable con el de Rodolfo Walsh, ambos eran hombres de clase media que fueron optando cada vez más radicalmente hacia una respuesta contundente a los sucesivos gobiernos militares en nuestro país", agregó el escritor.

La historia de Juan Salvo, un hombre común de clase media argentina que se convierte en el viajero de la eternidad, fue publicada originalmente en Hora Cero Semanal entre 1957 y 1959, época de apogeo de la ciencia ficción paranoica y de invasiones.

"En ´El Eternauta` la aventura se traslada al lugar de escritura y lectura, las cosas suceden en el mismo lugar y tiempo en que se leen y transcurre en la Buenos Aires en la que el guionista y el dibujante trabajaban", dijo Sasturain.

El giro, añadió, es que la invasión extraterrestre está contada por gente común. "Es un muestreo de la clase media argentina. Cuatro amigos se reúnen para jugar al truco, de repente se produce un silencio absoluto y comienza a caer una nevada mortal sobre Buenos Aires", contó el escritor.

Es justamente esa larga introducción la que distingue esta historia, en donde se narra qué pasa entre un grupo humano aislado por la muerte.

"Es el relato de un hombre en comunidad, el hecho es salvarse con los otros, no de los otros. Un héroe colectivo", resumió Sasturain.

Por su parte, la traductora francesa sostuvo que en esta obra hay "distintos niveles de lecturas, de aventura, de filosofía, de militancia. Hoy, para la gente más joven se vuelve un símbolo de resistencia permanente a un Estado o un sistema político que oprime, y eso funciona para todas las épocas y lugares".

"Es el relato más fuerte y poderoso del género en nuestra cultura en la segunda mitad del siglo XX. Pasó de un relato marginal y no reconocido a poner en juego lo que ningún otro hizo", celebró Sasturain sobre esta obra que a más de cincuenta años de su creación llegó al Salón parisino.
Fuente y más información: www.telam.com.ar
------------------------------------------------------------------------------
HOMENAJE A JUAN GELMAN
El recuerdo de sus versos elevó la temperatura de la primera jornada de la 34ª edición del Salón del Libro de París. El público francés que asistió al homenaje a Juan Gelman en el stand de Argentina, el país invitado de honor, pudo presenciar una emoción tan profunda como íntima, difícil de capturar o de traducir. Los versos de Juan acuden a la memoria con la potencia de lo que iluminan, con la duda de la pregunta “sin amparo” o con la discreción del murmullo del agua o de una ramita que se está quebrando. Toda evocación tiene que gambetear la nostalgia de las conversaciones interrumpidas por la muerte reciente del poeta en México, el 14 de enero pasado. Tununa Mercado, Horacio González, Diana Bellessi, Noé Jitrik, Nicole Gdalia –editora del sello Caractères– y Miguel Rep repasaron la compleja ternura de una obra que no envejece, su condición de poeta universal de la lengua, su humorismo en contraposición a cierto tono dolorido, y el periodista subjetivo “contra el poder”, entre otros temas. Mercado adelantó algunos poemas de amaramara, el último libro que escribió Gelman –aún inédito en Argentina pero que se publicará en breve en México–, que incluye veinte ilustraciones del pintor mexicano Arturo Rivera, un artista que cultiva una profunda relación con el tema de la muerte y el dolor.
“Juan pidió que él no leyera el libro antes de hacer las pinturas, no quería influir sino que apareciera en la obra el aliento de un encuentro, un perfume de afinidad humana entre los dos”, contó la autora de Canon de alcoba. Y leyó varios de esos poemas inéditos mientras la pantalla proyectaba el lirismo iconográfico de Rivera, una especie de Hieronymus Bosch a la mexicana: “Siempre te amo por primera vez./ Siempre te amo la primera vez” (ver aparte). Mercado subrayó que amaramara no es un poemario de amor en su totalidad; es “un libro cáustico que toca en profundidad otras situaciones problemáticas que a Juan le interesaban”. González señaló que escuchó calificar la poesía de Gelman como “tierna”, un calificativo que suena peyorativo. “La ternura suele cargar con un pequeño rastro de desprestigio, pero Gelman consiguió hacer una compleja lírica azotada por una lengua interior y un lenguaje también desgarrado. La ternura empieza indultando al mundo para concluir desgarrándolo; el primer umbral es una suave disconformidad con nuestro pobre sentimentalismo”, reflexionó el director de la Biblioteca Nacional. “La ternura se convierte en un canje con la naturaleza y contiene la propiedad de maldecir; es una ternura que contiene la autodenigración, hace de la ternura una forma dolorida e irónica: ‘me duele el aire, sufro el sustantivo’; aparece un sufrir lingüístico que nos proyecta en el sentimiento desgarrador de escribir poesía.”
El lento asesinato de la ternura
González interrumpía a veces la lectura del texto que escribió en un cuaderno porque no entendía su propia letra. “Lo que cae es habitual en Gelman, lo que cae es materia presta a la salvación. Este caer en el mundo de las palabras hace de la ternura gelmaniana una ternura en riesgo; es su llanto interno. De-saparecido el cuerpo, queda el dolor amoroso. La ternura puede ser una sobrevivencia mística”, continuó González con esa habilidad para tirar el hilo de pensamientos enrevesados. “Hacia la década del ’70, él hablaba del lento asesinato de la ternura; el poeta está en condiciones de ser un asesino de esa ternura. En Gelman todo está en el habla y es necesario concluir que la lengua puede desaparecer si no se la habla.” El sociólogo advirtió que el uso del diminutivo se puede convertir “tanto en una ingenuidad como en algo explosivo”. “La poesía, en Gelman, es el arte de convertir ciertos sustantivos en verbos y usar con mucha precisión un pequeño puñado de diminutivos.” González fue bosquejando las rupturas poéticas del autor de El emperrado corazón amora con la política. “Cada poema de Gelman comenta una caída amorosa del amor y cada pregunta hace caer una respuesta que tenemos. Cortázar dijo que la poética de Gelman es sólo preguntas y las preguntas generan el vacío, el abismo.” El director de la BN explicó que se puede pasar de un momento plácido a uno trágico, de uno amoroso a uno torturante en la misma frase y sin solución de continuidad. “La poesía de Gelman intenta una gramática lírica que es tierna y profundamente trágica, encerrada en la proclama ‘yo no escribí estos versos’ con cierta raigambre mística: ‘los versos me escriben a mí’.” Como militante político –agregó– “nos ofrece la extrañeza que lo acompañe una poesía que es sólo quebradura y que no hace de la ternura un sentimiento trivial. Trabaja con pequeñas criaturas de la naturaleza, como una ramita que se está quebrando”.
Una pregunta sin amparo
Bellessi tenía un Gelman en el corazón, el que escribió Cólera buey y Los poemas de Sidney West, cuando lo conoció a mediados de los ‘70 en la revista Crisis. “Conocer a Gelman fue como conocer a Bob Dylan y a Jimi Hendrix, pero mejor, porque su dulzura colmó mi corazón.” La poeta le llevó entonces con pudor unos poemas guardados en el bolsillo de su carpinterito. Juan los leyó. “Son buenos”, le dijo. Pero Diana le contó que algunos compañeros le decían que eran “pequeñoburgueses” porque hablaban de la infancia y de la muerte. “El rió, con esa risa suave detrás de los bigotes, y murmuró: ‘no saben de poesía’.” La autora de Tener lo que se tiene se preguntó: “¿Cómo hiciste, Gelman, para no envejecer nunca? Aún te leo y marco tus poemas con un signo de admiración, o marco versos enteros para acordármelos de memoria, por su hondura y su gracia en la fragilidad de la poesía. Ha de ser porque en tu envés vive también la furia, como cuando decís: ‘¿El grito no tiene sintaxis?/ ¿El yacimiento que lo saca tampoco? (...). No poeticen la poesía bruscos,/ no paisajeen músicas/ hechas para otra cosa’”. Bellessi reconoció que siempre le ha parecido imposible comentar un libro de poemas. Más uno de Gelman. “Me quedo leyendo sus versos marcados, sus poemas enteros, y lo único que quiero es citarlos. Tal vez porque el poema sólo habla su propia lengua y ante él toda glosa es ilusoria.” Bellessi confesó que vuelve a los versos del autor de Gotán una y otra vez porque “todo afuera draga hacia adentro en la poesía de Gelman, porque en algún lugar sigue escribiendo como lo hizo en la juventud, cercando el misterio, abruptamente o despacito, porque sabe que lo que se escribe es ‘una pregunta sin amparo’. Y sin respuesta, diría yo”.
Jitrik empezó con una precisión necesaria sobre la cuestión de los homenajes. “Hablar de alguien que ha muerto hace tres meses es delicado. Nos obliga a pronunciar un discurso fúnebre y tiene una retórica especial. Yo no estoy habituado a hacer elogios fúnebres, menos a alguien que he amado y admirado –planteó el escritor y crítico–. La muerte de un amigo es el fin de una conversación, es lo más importante en la vida de alguien. Si no podemos hablar más, hay algo que se pierde para siempre, la discusión ha desaparecido. Este es el canto fúnebre que he pronunciado a un amigo que ha desaparecido.” Jitrik examinó al poeta que ha transitado varias vías y voces diferentes. “Juan conocía a San Juan de la Cruz, algo que no es frecuente. Y al mismo tiempo era un heredero de la poesía de lo cotidiano, de la vanguardia argentina. La poesía argentina y latinoamericana en general está marcada por Neruda y Vallejo. Juan parecía un heredero de Vallejo, pero era un pariente próximo de Neruda. Tenía un tono muy argentino, un ritmo y una respiración que se reconoce en la música. Es un poeta que podría ser producto de un tango entrecruzado, jadeante, con cortes.” Parafraseando a Borges –comparó Jitrik–, un poeta argentino es un poeta universal. “Se lo puede leer por su carácter universal; no se trata de folklore y costumbrismo, es un poeta de un idioma que va más allá de la situación y la asume.” Y a modo de conclusión añadió: “Un homenaje a un poeta que desaparece nos lleva a pensar en otros poetas, lo que significa que existe una poesía de gran valor, de gran madurez; hay muchos poetas que habría que homenajear antes de la muerte”.
Contra el poder
Nicole Gdalia, editora del sello Caractères, en representación del traductor Jacques Ancet, que no pudo asistir, recordó que lo conoció en París en 1976 cuando ella era una joven periodista que le pidió una entrevista para un programa de radio. “Se negó porque era una persona encerrada en sí misma, dolorida; pero nos dio unos poemas para la revista de Caractères”, aclaró la editora. “En los recovecos de la lengua, lo que no se dice tiene más fuerza que lo que se dice. Lo más admirable de la poesía de Gelman es la casi inimaginable ternura donde sería mucho más justificado un paroxismo de la denuncia. Al desmadejar el lenguaje, vemos la ternura dolorosa que caracteriza a Gelman”, ponderó Gdalia, que ha publicado cuatro títulos del poeta en francés y que considera la obra de Gelman “un legado prestigioso que seguiremos estudiando a lo largo de los años”.
Aunque a Rep le cuesta hablar ante tanta gente, lo disimuló bien. “Soy humorista y estoy acá por culpa del humorismo, que fue lo que nos conectaba. Era un dolorido en su poesía, pero en persona era un humorista. Era más malo que la peste y capaz de contestar con un monosílabo y dejar pagando a los anfitriones. Era implacable, muy difícil de explicarlo como persona.” Después confesó que participó de este homenaje a pedido de Mara Lamadrid, la viuda del poeta. Rep pensaba hacer un libro junto con Gelman vinculado con el humor y la infancia. Pero la muerte clausuró esa iniciativa anhelada. “Era un laburante de diario; Página/12 es importante en la vida de Juan, que se ganaba los garbanzos como periodista. Sus columnas de los domingos, sus notas sobre política internacional son muy buenas, siempre tomando partido, subjetivo y contra el poder.” Luego de mostrar varios de sus dibujos sobre Gelman –en uno le concede el Premio Nobel de Literatura que el poeta no obtuvo–, mostró uno inédito de un trabajo que está haciendo sobre la Divina Comedia en la que Gelman es el Virgilio de Dante. “Es una manera de seguir conviviendo con Juan; sigo dibujando a los amigos que se van...”, dijo Rep.
Fuente y más información: www.pagina12.com.ar
------------------------------------------------------------------------------

Con el libro como puerta a la cultura argentina

Las manos y los ojos tuvieron su pequeño festín: el tacto y la mirada se confabularon en la 34 edición del Salón del Libro de París. En el pabellón argentino ayer, durante la última jornada, por momentos era imposible circular. Hay un texto de Ricardo Güiraldes, incluido en la antología Letras argentinas en Francia/Letras francesas en Argentina, sobre la mítica librería Monnier de la rue de l’Odéon –frecuentada por Joyce, Beckett, Rilke, Prévert, Hemingway, Proust, Breton, Gide y muchos otros–, que puede ilustrar la fascinación que generan los libros. “Los soldaditos del genio, del amor o de la vanidad nos dan la espalda requiriendo de nosotros que les pongamos los dedos sobre el hombro para extraerlos de su silencio y mirarles el alma en la cara.” Durante cuatro intensas jornadas, los franceses les miraron el alma a muchos libros argentinos. Los más vendidos y agotados fueron, como se puede intuir, todo Cortázar y Borges. Mariano Ramos, de la librería Fnac, que tuvo su stand en el pabellón argentino, calcula una facturación aproximada de 100 mil euros, la más alta si se la compara con los 80 mil euros que facturó el año pasado, cuando Rumania fue el país invitado. Entre los que vendieron muy bien están Quino, Elsa Osorio, Selva Almada, Pablo De Santis, Laura Alcoba –quienes estuvieron en distintas actividades programadas por la Secretaría de Cultura en el salón–, y Ricardo Piglia.
“Se produjo un verdadero encuentro cultural –dice Rodolfo Hamawi, director Nacional de Industrias Culturales–. La cultura funcionó como el gran motivador. Cuando digo acercamiento, podemos ver lo que pasó. Tuvimos entre 58 y 60 conferencias, todas funcionaron a pleno.” Imposible contabilizar la cifra exacta de personas, pero Hamawi estima que hubo entre 6000 y 7000 espectadores franceses en las conferencias y mesas redondas que ofrecieron los narradores, ensayistas y poetas argentinos durante cuatro jornadas intensas. “La circulación por el stand es muy difícil de medir, pero siempre estuvo muy visitado, con gente sacándose fotos con Mafalda y en el mural de Rep. La librería de Fnac, un requisito que exige el Salón, fue una novedad. No-sotros no participábamos en ferias donde había una librería local vendiendo –explica el director de Industrias Culturales–. El público francés y el público latino que vive en París vinieron a enterarse de qué escriben nuestros autores.” El stand argentino –que simula una cinta de Moebius– fue muy elogiado por los franceses. El comisario de la construcción del Salón del Libro confesó que hacía mucho tiempo que un trabajo como el que hace no le despertaba “una inquietud creativa y estética”.
Hamawi plantea que, comparada con otras ferias en el mundo, el Salón del Libro de París es una feria “más austera”. Austeridad, en este caso, no es sinónimo de precariedad. Acá los protagonistas son los libros y los autores. En la mayoría de los stands de expositores franceses hay pequeñas salas donde los escritores participan de conferencias o presentan sus libros. “El eje en París está puesto en los escritores. No quiere decir que no sea un negocio; ellos quieren vender libros y hacer contratos, pero la materia prima, los autores y los libros, está garantizada.” El director de Industrias Culturales añade: “El libro es el gran puente que abre la puerta a un país. Si hablamos en términos económicos, es la puerta a todos los productos que un país pretende exportar. El dinero puesto en la producción del libro es siempre una inversión”.
¿Qué viene después de París? ¿Cómo trabajar para estrechar más un vínculo preexistente que se potenció con la participación argentina en esta feria de perfil netamente literario? Hamawi anticipa que “hay que hablar con los editores para tener una presencia regular en una feria en la que nos ha ido tan bien”. El futuro, además, estará signado por los contactos que tuvieron los escritores argentinos con las editoriales y traductores franceses. “Se viene una presencia institucional. Si los editores la consideran, nosotros vamos a apoyar –afirma–. Y vienen las negociaciones de autores y editores que han empezado en el salón. Se trata de encontrarse cara a cara y proyectar acuerdos. Para nosotros no termina hoy el salón con un informe positivo. El contacto está hecho. Hay muchos editores franceses que conocieron por primera vez autores argentinos, consagrados o no.” A la hora de afinar el balance, Hamawi advierte: “No vinimos a mostrar la cáscara de un contenido inexistente”. “La Argentina tiene qué mostrar como sistema editorial, que incluye la creación de los autores, el sistema de imprenta y apoyo público desde el Programa Sur. Hay un sistema editorial que te permite mostrar esto. Por más esfuerzo de diseño o de marketing que hagas, se nota cuando no hay sustento.”
Otra cuestión central tiene que ver con el nivel de exigencia que implica estar en París. “El mercado editorial francés debe ser el más internacionalizado en el mundo. Francia traduce todo. Un mercado editorial muy internacionalizado como el francés es muy difícil de conquistar. La Argentina ha dado un paso enorme; los resultados se van a ver en un tiempo”, augura Hamawi. “No existen estudios completos y recientes del sector de la traducción en Francia”, se lee en un extenso documento titulado “Estudio del sector de la Edición de Libros en Francia”, realizado por la Sección Económica y Comercial de la Embajada Argentina en Francia, en el marco de la participación argentina en el Salón del Libro. Según la Cámara Nacional de Empresas de Traducción (CNET), el mercado francés de la traducción representó entre 480 y 560 millones de euros en 2008. Entre 2011 y 2012 se registró una progresión del 55,1 por ciento de las adquisiciones de derechos extranjeros con 1962 títulos adquiridos. El inglés confirma su posición como mayor idioma comprado. El español está en quinto lugar con un 3,3 por ciento de las adquisiciones. La ficción representa un 37,2 por ciento de las compras de derechos; seguida por las historietas con un 20,5 por ciento y los libros para jóvenes, un 15,2 por ciento.
Francia es el primer país traductor del mundo, con traducciones de gran calidad. La literatura extranjera representa más de un tercio de las novedades cada ano. La literatura traducida representa un 18 por ciento de la producción editorial y un 22 por ciento de la participación de mercado. El Programa Sur, (Prosur) de subsidios a las traducciones, que depende de la dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería argentina, aprobó la traducción de 704 obras a 38 idiomas, cuya publicación comprende a 44 países en los cinco continentes. El presupuesto aproximado destinado desde 2009 ha sido de 1.555.000 dólares en la difusión de la literatura argentina en el mundo. Desde el inicio de Prosur, 81 obras fueron traducidas al francés, entre las que se encuentran títulos de Leandro Avalos Blacha, Guillermo Saccomanno, Washington Cucurto, Ana María Shua, Eduardo Sacheri, Norma Huidobro, Fernanda García Lao, Andrea Ferrari, Pablo Ramos, María Rosa Lojo, Alberto Laiseca, César Aira, Raquel Robles, Pablo Katchadjian, Perla Suez, Aurora Venturini, Hernán Ronsino, Ricardo Piglia y Félix Bruzzone, entre otros.
A Diana Bellessi la ovacionaron unos jóvenes franceses al final de una lectura que compartió con Silvia Baron Supervielle y Luisa Futoransky. “Siempre hay algunos jóvenes que aplauden con entusiasmo”, minimiza la autora del poemario Tener lo que se tiene, traducido al francés. “El salón estuvo bien por los paneles que compartí y algunas cosas interesantes que escuché. El stand, sin la menor duda, es muy bonito. Yo estuve firmando libros y me sentí muy cómoda.” Luisa Valenzuela celebra la presencia argentina de “muchas voces muy distintas, muy rica y variada”. “Todo fue muy vital. Entre los escritores hay siempre una camaradería, a pesar de las discrepancias políticas y literarias, una gran solidaridad cuando estamos en una feria del libro en el exterior, algo que quizá después no se refleja en la Argentina –reflexiona la escritora, que participó de un homenaje a Cortázar y está por publicar un libro que cruza las obras del autor de Bestiario y Carlos Fuentes–. El salón me pareció muy festivo, cosa que me asombró porque lo recordaba más solemne. Y me sorprendió la profusión de stands de libros infantiles. Evidentemente es una feria con eje en los escritores que firman o presentan sus libros y en cada stand dan una charla.”
Liliana Bodoc –que tiene La saga de los confines y El espejo africano publicadas en francés por Seuil– se alegra “profundamente” de que lo que se haya posicionado sea la literatura argentina. “Me sorprendió la presencia interesada de público francés en las mesas y charlas argentinas. Siempre había mucho movimiento, mucha participación y preguntas. Eso me impactó porque imaginaba, con cierto pesimismo, sillas vacías”, admite Bodoc. “Me parece que nuestra participación fue muy interesante, sin pretender que a partir de acá todos vamos a ser best seller en Francia, porque no va a pasar nada de eso. Uno sabe que la literatura, como todo, se construye de a poco. Esto ha sido un ladrillo en la construcción de la casa de la literatura, altamente beneficioso para todos.”
Fuente y más información: www.pagina12.com.ar

Nessun commento:

Posta un commento